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11 de septiembre de 2009. El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió tres décimas en agosto, y la tasa interanual se situó en el -0,8%, en su primera evolución al alza frente al mes anterior desde julio de 2008. El mes pasado, la tasa de inflación se situaba en el -1,4%, y hace 12 meses, en el 4,9%.

Se interrumpe así la tendencia de progresivo descenso de la inflación que se venía observando desde el verano del año pasado, debida al impacto que el componente energético tiene en la cesta de precios. Agosto de 2008 fue el primer mes en que el barril de petróleo comenzó a abaratarse, tras tocar máximos históricos de casi 150 dólares en julio.

Son precisamente esos componentes energéticos los que explican que el IPC se mantenga en tasas negativas, aunque más moderadas que en julio. Destacan las aportaciones de carburantes y combustibles (-15,6%), productos energéticos (-10,2%) y alimentos no elaborados (-6,5%).

Por lo que se refiere a las tasas de variación mensual del IPC, son también carburantes y combustibles (+3,3%) y productos energéticos (+2,5%) los responsables del aumento de tres décimas. Por el contrario, destaca la evolución negativa de los bienes industriales duraderos (-0,6%), fundamentalmente automóviles.

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como alimentación o energía, subió en una décima en agosto, de forma que en tasa interanual baja dos décimas hasta el 0,4%.

El INE ha publicado también el IPC armonizado correspondiente al mes de agosto, que se situó en el -0,8% interanual. De confirmarse el dato adelantado por Eurostat para el conjunto de la zona del euro, estimado en un -0,2%, el diferencial de inflación con la media de la eurozona se reduce una décima, por lo que sigue siendo favorable para nuestro país en 0,6 puntos.